7 noches con desayuno incluido en Agriturismo La Razza y 3 green fee por persona (Matilde Golf Club, San Valentino Golf CLub y Modena Golf & Country Club)

Una visita al Matilde Golf es la ocasión perfecta para mezclar deporte, cultura, relax y buena comida en una zona de fácil acceso, en el corazón de la región de Emilia Romagna. Los 18 hoyos creados por el lápiz de dibujo del arquitecto Marco Croze en 1987 se encuentran en las tierras denominadas Terre Matildiche, los dominios de la familia Canossa, donde la gran condesa escribió páginas de la historia entre los siglos XI y XII. Se encuentra a 9 kilómetros al suroeste de Reggio Emilia y a 25 kilómetros de Parma en la campiña del Valle del Po. El campo es desafiante, el terreno es montañoso y suavemente ondulado, tendrás que usar cada tiro que tengas en tu repertorio. La mayor dificultad está en lidiar con el hoyo 11, un largo Par 4 de 382 metros desde los tees amarillos, con el arroyo que corta el hoyo en tres lugares – inicialmente lo flanquea por la derecha, luego cruza por el lado izquierdo, y termina rodeando el green. Para un jugador de nivel medio poder hacer un par aquí es enormemente satisfactorio. El último hoyo, el 18, es hermoso y delicado, un par 3 de 146 metros cuesta arriba con el green protegido por tres profundos bunkers. Este es el escenario al que mira la casa club, el punto de observación preferido de los miembros que observan el juego durante los días del evento. Detalles técnicos Campo: 18 hoyos, Par 72, 6231 metros Arquitecto: Marco Croze Topografía: Plana a ligeramente ondulada. Características distintivas: adecuada incluso para los mejores handicaps Los comentarios de Pro: Los jugadores de golf ingleses definirían a la Matilde di Canossa como difícil y divertida. Los hoyos se encuentran en un terreno montañoso y no faltan las sorpresas. Hablamos del hoyo 11 anteriormente, pero permítanme mencionar el hoyo 17, un Par 5 con un obstáculo de agua frontal que empuja a los jugadores a apuntar al green con el segundo golpe. Muy pocos jugadores disfrutan del honor de aterrizar la bola en el green con 2 tiros. Pero para todos los demás, anotar un 5 no es tan extremadamente difícil.

Desde una perspectiva técnica, esto no es un paseo por el parque. Con sus estrechos fairways, pequeños greens y niveles en continuo cambio, este campo de 18 hoyos par 72 diseñado en 1998 en San Valentino es sin duda un desafío. Sin embargo, el placer de un partido en este bien cuidado campo en las tierras del interior al sur de Reggio Emilia donde comienzan los Apeninos Tosco-Emilianos, es una experiencia que vale la pena. Mientras juega, está rodeado de naturaleza – también hay un sendero natural con un gimnasio en el bosque y un romántico lago y capilla para ceremonias privadas. La amabilidad y la ayuda del personal son una verdadera ventaja que inspira a los turistas a regresar. La encantadora y acogedora casa club, con sus grandes ventanales que dan al hoyo 18, es el lugar perfecto para regenerarse después de un partido y disfrutar de una puesta de sol con sus mágicos colores que se reflejan en las hojas del bosque. Detalles técnicos Campo: 18 hoyos, Par 72, 5953 metros Arquitecto: Carlo Quintelli. Topografía: importantes diferencias de altura, caminos estrechos, verdes insidiosos. Características distintivas: si tus condiciones físicas no son buenas, te arriesgas a jadear rápidamente. El campo no es nada sencillo de jugar. Aquellos que sean capaces de dominar bien sus palos alcanzarán una buena puntuación. Los tiros largos no ayudan en este campo tan exigente.

Las instalaciones de la legendaria fábrica Ferrari están a sólo seis kilómetros de la entrada del club, y sólo esto sería razón suficiente para que los golfistas amantes de los coches jueguen un partido aquí. Pero las atracciones de este destino no terminan con su proximidad al Cavallino Rampante. En primer lugar, está el campo, diseñado por el campeón alemán Bernhard Langer e inaugurado oficialmente con una exposición suya en 1991. Desafiante para los profesionales y muy divertido para los aficionados y hackers de fin de semana. Fue una final de alto voltaje. El argentino José Coceres seguramente lo recuerda bien, cuyas esperanzas de victoria en el 50º Open de Italia (en 1993) se ahogaron allí mismo en el hoyo 18, un par 5 de 478 metros, entregando el título al neozelandés Greg Turner. Porque el lago es el protagonista indiscutible aquí. Ocupa la parte media del hoyo y los jugadores más cautelosos (y de golpe corto) apuntarán sus drives a la izquierda, mientras que los más audaces tirarán por la península de la derecha para llegar al green con un segundo golpe. El green es delicado ya que el lago vuelve a entrar en juego para defender la bandera. Los 18 hoyos ocupan una parte de las 100 hectáreas disponibles. También hay un campo ejecutivo de 9 hoyos y antiguas aldeas y granjas renovadas, bien insertadas en el contexto del golf, como la Villa Zanasi con su torre del siglo XV o La Tegagna, que una vez fue un puesto de paso y ahora se propone de nuevo en el logotipo del club. Detalles técnicos Campo: 18 hoyos, Par 72, 6423 metros Arquitecto: Bernhard Langer Topografía: plana, muchos peligros de agua, calles anchas Rasgos distintivos: Bernhard Langer no ha diseñado muchos campos de golf, pero los pocos que ha realizado en Europa, son bastante notables. El diseño es un desafío: a medida que se juega, los fairways, roughs y semi-roughs se vuelven más difíciles. Comentarios de los profesionales: Tres adjetivos para describir el Modena Golf & Country Club: largo, delicado, divertido. Todo ello se resume en el hoyo 13, un par 5 de 568 metros desde los tees más lejanos (largo), fuera de límites a la derecha durante toda la longitud del hoyo (delicado) pero nivelado y con un gran green que aguantará un golpe no perfectamente dirigido (divertido). Los otros 17 hoyos no decepcionarán.